La Bolsa de valores De Santiago apunta a convertirse en una tienda de aplicaciones basadas en blockchain para diferentes industrias en Chile, aprovechando su exitosa experiencia con la tecnología en las ventas al descubierto.
La semana pasada, la Bolsa anunció un acuerdo de asociación con el Depósito Central de Valores (DCV) y la compañía local de telecomunicaciones Gtd para crear un consorcio tecnológico que desarrollará varias aplicaciones basadas en blockchain para el mercado financiero.
El acuerdo contempla el desarrollo de una red empresarial de blockchain, nueva infraestructura que permitirá la conexión de clientes locales e internacionales del mercado de valores a través de nodos suministrados por el consorcio o instalados en los sistemas de los clientes.
Se accederá a la red a través de API (interfaces de programación de aplicaciones) que brindarán acceso a diferentes aplicaciones en la plataforma.
Según el gerente de informática de la Bolsa de valores, Andrés Araya, la asociación permitirá a terceros, como proveedores de software independientes, crear aplicaciones en la plataforma de infraestructura.
Araya dijo a BNamericas que conversarán con bancos, compañías de seguros, fintechs y empresas tecnológicas tradicionales a fin de abrir el debate a otras industrias.
Después de un periodo de prueba, se formará una nueva unidad de negocios, separada de la Bolsa de valores. IBM era el socio tecnológico original de la plataforma blockchain, pero la Bolsa ahora trabaja con varios otros, entre ellos Microsoft con su plataforma nube Azure.
ÚNICO SISTEMA EN AMÉRICA LATINA
En junio de 2018, la Bolsa De Santiago lanzó el primer sistema blockchain del mundo para transacciones de valores a través de una alianza con IBM.
El sistema está diseñado para contribuir a reducir los errores, el fraude y el tiempo de procesamiento en el mercado de ventas al descubierto.
Araya señaló que, dentro de un año de operaciones, la Bolsa logró un aumento de ventas al descubierto de 0,7% a 3% del total diario de transacciones accionarias. El objetivo es llegar al 10% en los próximos 5 a 10 años.
Además, el tiempo de procesamiento desde que la compra de una acción hasta que el nuevo propietario recibe el certificado se redujo de 5 días a 90 segundos.
A pesar del escepticismo que rodea al blockchain, dado su tan publicitado potencial y los pocos casos de uso comprobados a la fecha, Araya agregó que siente que la tecnología está madurando, pero aún falta un ecosistema, un interceder, protocolo que permite la comunicación de diferentes sistemas entre si.
Araya advierte que todavía hay muchos silos en el sistema bancario. En 2008, cuando surge bitcoin, las redes blockchain podían procesar 7 transacciones por segundo. Ahora son alrededor de 6.000 y en el futuro cercano podrían alcanzarse unas 30.000, agregó.
Hasta ahora, Santiago sigue siendo la única bolsa de valores con tecnología de blockchain en América Latina y en el mundo es difícil encontrar otros ejemplos, además de Estados Unidos y Suiza.
El próximo proyecto de la Bolsa es comenzar a usar la plataforma para transacciones de bonos, lo que se implementará a fines de octubre.
